Sexualidad y Afectos en la Vejez
En la Sociedad en la que vivimos se tiende a encasillar la Sexualidad en la edad reproductiva, es decir, en la juventud, y no hay nada más lejos de la realidad. Somos seres sexuados y, a diferencia de lo que les ocurre a otros seres vivos, no se limita a la reproducción sino que abarca a toda nuestra vida, enriqueciéndonos como personas.
Desde esta página queremos defender y dar a conocer este Derecho Sexual, animando a vivirla con plenitud, deterrando mitos y explicando todos aquellos aspectos propios de esta etapa de la vida. Empezaremos por este interesante post que fue redactado por la Dra. María Pérez y publicado en el blog Sexo, amores y desamores, de msn http://mujer.es.msn.com/sexualidad/blogs/sexo-amores-y-desamores/post.aspx?_blg=7&post=4f8b6441-84d2-49ae-a601-1d0efbd6c7ea
Sexualidad y Afectos en la Vejez
La vida sexual y amorosa sigue siendo muy importante para muchas personas en el periodo evolutivo que llamamos vejez. Mientras hay vida siempre es posible amar y ser amado.
Los síntomas visibles del envejecimiento suelen comenzar a partir de los 30 años. A partir de esa edad, incluso antes, empieza el declive físico y la lozana juventud poco a poco nos va abandonando. Aparecen las canas, la calvicie, las arrugas, la caída del pecho, el aumento de peso, los “michelines”; acompañados muchas veces de unos menores niveles de deseo y vigor sexual. Los primeros síntomas para muchas personas son tremendos. La primera cana, la primera arruga, la flacidez. Como si no supiéramos que es un camino inevitable por el que todos tenemos que transitar.
Según el informe Un perfil de las personas mayores en España, 2012, la longevidad de los españoles se encuentra entre las más altas de la Unión Europea, habiéndose incrementado de forma espectacular durante todo el siglo XX. En 1900 la esperanza de vida era de 34,8 años, y ahora es de 82. Las mujeres españolas tienen una esperanza de vida al nacer de 84,9 años, y los varones de 78,9 años (2010). Aunque nacen más hombres, el sexo predominante en la vejez es el femenino.
El término vejez, por entenderse que tiene connotaciones peyorativas, se ha intentando modificar, hablamos de tercera edad, de personas mayores. Está claro que no nos gusta vernos asociados con este término: viejos son los otros, nosotros cumplimos años. El caso es que lo llamemos como lo llamemos, hay que afrontarlo sin complejos. De hecho puede ser un periodo muy feliz en el que muchas personas encuentran tiempo para sí mismas.
En esta etapa las diferencias son enormes. Podemos encontrar a gente de parecida edad con estilo de vida y apariencia muy diversa. Hombres y mujeres de 40 años que parecen mucho mayores, y otros de 60 con aspecto y estilo de vida más juvenil. Está claro que no es lo mismo tener 70 años en zonas desarrolladas, que en otras más deprimidas; ni ser hombre que mujer. Además de las diferencias individuales, los factores sociales son determinantes en la concepción de vejez; por lo general, el envejecimiento masculino es más tolerado que el femenino. El nivel económico también juega un papel fundamental.
Las mujeres que cumplen años suelen salir antes del “mercado” de la seducción, que los hombres. Aunque estas diferencias son cada vez menores. La tendencia de la mujer a cuidar su salud y su aspecto; la destrucción de viejos mitos, como el de menopausia asociada al fin de la vida sexual. La salida de la mujer del hogar, convirtiéndola en ser social con independencia económica, también ha mejorado notablemente su autonomía y autoestima. Así, en entornos sociales favorables, muchas mujeres mayores llevan muy bien el paso de los años y mantienen una vida sexual activa solas o acompañadas.
Considerando la importancia de este periodo, queríamos recomendar el libro Sexualidad y afectividad en la vejez, del profesor Félix López, catedrático de psicología de la sexualidad de la Universidad de Salamanca. Según reza en la sinopsis: El propósito de esta obra es ayudar a las personas mayores de cincuenta años a conocer, comprender y manejar con inteligencia emocional los cambios fisiológicos, afectivos, cognitivos y de conducta que afectan a su vida sexual y amorosa, las ideas erróneas y falsas creencias sobre la sexualidad en la vejez, las necesidades afectivas y sexuales, los cambios fisiológicos en la sexualidad durante la vejez. Y añadimos que lo consigue ampliamente, con estilo ameno, claro y directo. Lo que lo convierte en texto muy útil tanto para los profesionales, como para el público en general.
Siguiendo con la presentación del libro escojo estas palabras que resumen espléndidamente el sentido de la obra: En este libro se ofrecen conocimientos que ayudarán a cada persona a convertirse en el guionista y actor principal de su biografía sexual y amorosa, animándola a que se responsabilice de su propio bienestar y el de su pareja, si fuera el caso. Vivir la madurez y la vejez de forma activa y positiva, seguir cantando la vida mientras tengamos voz, amando mientras el corazón no se pare, gozando de lo bueno que nos puede dar la vida, viviendo, en definitiva.
Preciosas palabras que invitan a disfrutar de esa larga etapa de la vida que es la edad madura, en la que la vida sexual y amorosa sigue siendo muy importante para muchas personas.
http://www.imsersomayores.csic.es/documentos/documentos/pm-indicadoresbasicos12.pdf